¡VEN A MÍ DIOS MÍO!

¡DIOS MÍO, VEN A MÍ
LLÉNAME DE GOZO Y ALEGRÍA
TÚ, MI DUEÑO ME ELEVAS
A LOS MONTES DE LA GLORIA
Y REGALAS LA PAZ A MI ALMA
LA INFINITUD QUE RENUEVA
PURIFICANDO LOS CAMINOS
ALEGRANDO LA VIDA
CREER EN TÍ PARECIERA
QUE SE RENUEVAN LAS FUERZAS
Y QUE RESURGE LA LUZ
QUE TANTO NOS ILUMINA,
CUANDO TE INVOCAMOS
ELLA SE NOS PRESENTA
PARA DARNOS SEGURIDAD Y ENTEREZA
¡DIOS! TE AMO CON PLENITUD
CON GRANDIOSIDAD HUMANA
CON INOCENTE ENTREGA
SAGRADA, HERMOSA Y ETERNA
¡DIOS MÍO, TE AMO!
QUE EMOCINANTE ES HACER UN COMENTARIO DE LO QUE SE NOS OCURRIÓ ESCRIBIR EN UN DÍA CUALQUIERA CUANDO SENTÍAMOS LA EMOCIÓN DE DIRGIRNOS A DIOS, UNGIDOS POR UN SENTIMIENTO MÍSTICO, QUE TRAE COMO REGALO LA HUMILDAD Y EL AMOR SUBLIME HACIA UN ESPÍRITU CREADOR Y ETERNO. NADA MÁS HERMOSO QUE CONMOVERSE Y SENTIR LA ALEGRÍA DE LA VIDA, VIBRAR EN CADA CÉLULA, CONVENCIDA DE QUE HAY ALGO MÁS GRANDE QUE NOSOTROS MISMOS Y QUE PUEDE CAMBIARNOS LA VIDA, MEDIANTE LA FE. ESTOY CONVENCIDA DEL AMOR QUE SIENTO HACIA LO SUBLIME, QUE ES DIOS. AMÉN