INTEGRACIÓN Y JUSTICIA

EN PLENO CENTRO DE LA CIUDAD DE TARTAGAL, CORRÍAN LOS AÑOS CINCUENTA CUANDO ALGUIEN OBSERVABA EL IR Y VENIR DE LAS GENTES. EN LA PLAZA, EN LA IGLESIA, EN LAS CALLES QUE SE TRANSITABA COMO SI ESTUVIESE EN CASA. TODOS SE SALUDABAN. LOS QUE NACIERON ALLÍ PUEDEN RECORDAR PERSONAS QUE AÚN HOY SE LAS TIENE EN LA MEMORIA , AUNQUE HAYAN PASADO LOS AÑOS, SON IMAGENES QUE QUEDARON DIBUJADAS EN LA MENTE DE AQUEL CHIQUILÍN QUE PASABA AL COLEGIO CON SU GUARDAPOLVO GRIS, BIEN PEINADO CON LA COBARTERA LLENA DE ÚTILES. ESE NIÑO DE ANTAÑO, TIENE EN LA RETINA A LAS INDIECITAS CON SUS HIJITOS CASI DORMIDOS EN LOS BRAZOS Y CON LOS OTROS CAMINANDO A SU PAR. AQUELLOS OJITOS LLOROSOS Y CON UNA PANZA GRANDE. ELLAS SE SENTABAN EN LA VEREDA MIRANDO HACIA LA PUERTA, QUE DE PRONTO SE HABRÍA Y APARECÍA UNA SEÑORA CON UNA BOLSA CON ALIMENTOS Y PAN, QUE LOS JUNTABA EN VARIOS DÍAS PARA DARLES LOS SÁBADOS. Y ESTA PERSONA SE QUEDABA MIRANDO A LA FAMILIA VESTIDA CON ARAPOS Y QUE CUANDO SE LES ALCANZABA LA BOLSA, REÍAN TODOS DE FELICIDAD, PORQUE ESE DÍA COMERÍAN. REGOJOS, QUE APENAS LOS ALIMENTARÍAN. Y MIENTRAS ELLOS COMÍAN, LLEGABA EL MUCHACHITO DEL COLEGIO DE LOS CURAS Y SE QUEDABA PARADO CON UNA SONRISA EN LOS LABIOS. DESEABA HABLARLES, PORQUE TENÍA CURIOSIDAD POR EL LENGUAJE QUE ELLOS MANEJABAN PARA EXPRESARSE. ESA ERA SU GENTE QUERIDA E INOLVIDABLE HASTA ESTOS DÍAS Y QUE RECUERDA CON TRISTEZA. Y NOSTALGIA. POR ESOS CAMPOS Y PUEBLOS DEL NORTE, LAS COSAS SIGUEN IGUAL O PEOR. LES QUITAN SUS TIERRAS, YA NO TIENEN DONDE VIVIR CONFIADOS Y MENOS TENER UNA TIERRA EN DONDE SEMBRAR EL ZAPALLO, EL MAÍZ, MANDIOCA Y PAPAS. ALIMENTO VITAL DE SU RAZA. SUS RANCHOS, POBRES RANCHOS, SON ARRAZADOS POR LAS TOPADORAS, TREMENDOS MONSTRUOS QUE AVANZAN SIN PEDIR PERMISO, SIEMBRAN LA DESESPERACIÓN Y LA IMPOTENCIA. NO SABEN COMO DEFENDERSE, SÓLO PIDEN A DIOS QUE LOS SALVE DE TANTA INJUSTICIA Y DOLOR. SUS DERECHOS LE SON NEGADOS. INTEGRACIÓN Y JUSTICIA ES LO ÚNICO QUE PIDEN.