ME CONTABAS EL OTRO DÍA EN TU CASA CUANDO TE FUÍ A VISITAR, QUE SE HABÍA SUMADO UN INTEGRANTE MÁS A TU FAMILIA. UN PERSONAJE QUE SE HABÍA ACERCADO MAULLANDO DE HAMBRE EN UNA DE LAS ALAS DEL TECHO DE TU CASA. CUANDO ME LO PRESENTÁSTE QUEDÉ ASOMBRADA POR LA BELLEZA Y MASEDUMBRE DEL ANIMALITO. ME PARECIÓ MUY BONITO Y SOBRE TODO CONFIADO Y CARIÑOSO, COMO SI HUBIESE SIDO CRIADO EN TU CASA. LO ALCÉ EN MI FALDA Y COMENCÉ HA HACERLE CARIÑO, LO CIERTO QUE EL FELINO GOZABA DE UNA SIMPATÍA POCO USUAL EN LOS GATOS DE BARRIO. CALCULÉ QUE SEGURAMENTE HABÍA SIDO ABANDONADO POR ALGUEN Y SOBRE TODO SE SOSPECHA QUE FUE UN VARÓN JOVEN, PORQUE CON QUIEN SE DIO PRIMERO Y NO SE SEPARA, ES UN SOBRINO DE TREINTA AÑOS QUE TIENE MI AMIGA. COMO TENÍA LA MÁQUINA DE SACAR FOTOS, AHÍ NOMÁS SACAMOS UNAS CUANTAS. VA A INTEGRAR LA GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS QUE LES SACO A TODO ANIMAL QUE ME AGRADA. GRINGO ENTONCES FORMARÁ PARTE DE DE MI GALERÍA DE FOTOGRAFÍAS. ES UN CACHORRO DE GATO ATIGRADO Y SU COLOR BAIGE, SUS OJOS SON DORADOS Y MUY GRANDES. ME GUSTA EL GATO, ME ENCANTA Y YA ME HICE SU AMIGA.
A la perrita de la casa hay que enseñarle que Gringo es un amigo. Parece que no se pueden ver, no quieren compartir el territorio, entonces hay que demostrarle a los dos que deben compartir, para eso se les habla. El que más va a entender es el perro, luego vendrá la confianza del gato.
La dueña tendrá que llevar a la perrita cerca de Gringo, por supuesto con la correa, de manera que se frene el impetu de ataque y así poco a poco. Hay un Diego por ahí que desearía saber de estos asuntos... o no.
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