PARA MARÍA ELENA

LA LLUVIA CAÍA CRISTALINA SOBRE LOS TEJADOS, MOSTRANDO UN CIELO ENCAPOTADO Y TRISTE. LA GRISURA ANUNCIANTE MARCABA LA NOTICIA DE QUE UNA GRANDE DE LA LITERATURA HABÍA SURCADO UN CAMINO QUE VA MÁS ALLÁ DEL COSMOS PARA NO REGRESAR. MARÍA ELENA WALLSH NOS DEJÓ FÍSICAMENTE, EN EL MOMENTO PRECISO CUANDO HIZO CUMBRE CON TODA SU OBRA. NOS QUEDÓ SU VOZ Y SU VERSO Y TODAS AQUELLAS PALABRAS QUE TEJIÓ CON AMOR PARA NIÑOS Y GRANDES, UNA LABOR INCOMPARABLE QUE DURANTE NUESTRA VIDA NOS ACOMPAÑÓ CON ESA DULZURA QUE SÓLAMENTE LAS ALMAS NOBLES PUEDEN INVENTAR. NOS HEMOS CONMOVIDO CON SU PARTIDA, ESPECIALMENTE LOS QUE DE ALGUNA MANERA TRANSITAMOS POR EL CAMINO CLARO DE LA LITERATURA, LOS QUE NOS GUSTA CANTAR SUS CANCIONES, LOS QUE LEEMOS SUS POEMAS, TAN LLENOS DE TERNURA Y BONDAD. SEGUIREMOS, PERO RECORDÁNDOLA CON ADMIRACIÓN Y RESPETO. QUE LA PAZ LA ACOMPAÑE EN SU VIAJE SIN RETORNO. AMÉN.