domingo, 19 de junio de 2011

CON FERVOR INFINITO

Me he llegado hasta tu casa para buscar la paz, el amor, el misterioso contenido de tu grandeza sin igual. La fe me ha demostrado muchas cosas que a simple vista no se pueden ver, pero que sin embargo existen. Las he palpado luego de llamarte, de pedirte que vengas a mi encuentro y. . . de pronto se me dio lo que te había pedido con fervor infinito. Entonces pude comprobar que las gracias podían existir, y existen. Tu casa estaba colmada de adoradores, esos que tú siempre tienes la misericordia de invitar, son los que te siguen, los que están ahí, los que no te olvidan porque les transmites la confianza para seguir el camino más llano de la vida. Nos llegamos a tu casa para manifestarte nuestros deseos y decirte que te damos gracias y que seguiremos bajo tu protección. No dudamos, así lo haremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario