EL ESPÍRITU DE DIOS

En realidad sentimos que es bueno que nos hablen con sabiduría de la venida del Espíritu Santo. Los que creemos en la Divinidad de lo Sagrado, es gratificante entregarnos a la atención profunda de lo fundamental que es tener firme la FE dentro de nosotros, porque cuando necesitamos íntimamente que alguien nos apoye, entonces hablamos por dentro con ese alguien intangible que nos propicia una seguridad absoluta y verdadera. Se restablece, se agranda nuestro yo para dar paso a la paz que nos prodiga la búsqueda y el encuentro de un Espíritu Luminoso que es quien habla a través de nuestra lengua y expresa toda la grandeza que se encuentra en esa sustancia armoniosa y Divina que es el Espíritu Santo. Si nos apoyarmos en esa figura sagrada, pareciera que nos alimenta y nos ilumina el camino a seguir. La interpretación de esta figura es nada más y nada menos que poseer una sensibilidad especial, que todos los mortales no la poseen, entonces diremos que porque una persona se crea superdotada con una inteligencia muy desarrollada, no siempre está inspirada por el Divino Espíritu. Quizá vaya la pregunta, si es que cree en El y seguramente contestará que no es necesario creer en Dios. Siempre me ha llamado la atención del porqué están deleitados de sí mismo. Dejo esta pregunta para que la conteste alguna de esas personas especiales. Yo declaro que tengo mucha FE y que si me faltara no sabría que hacer de mi vida. Es un apoyo necesario para tener alegría, esperanzas, paciencia y sobre todo sentir que el amor por lo creado va más allá de falsas idolatrías que por estos tiempos aparecen como tablas de salvación. Estamos festejando y rememorando su venida, por ello pedimos que nos prodigue todo aquello que necesitamos y que en verdad lo deseamos. Que la PAZ esté con nosotros.