La base de mi publicación va a ser extractos de mi obra publidacada recientemente con el fin de aceptar colaboraciones de relatos sobre vivencias con sus mascotas.
martes, 30 de octubre de 2012
DIMINUTO AMIGO
Nadie sabe que sorpresa tienen los imprevistos. Lo agradable siempre se lo recuerda esbozando una suave sonrisa y seguramente sirve para sentirnos felices. Esta mañana, mientras hacía detalles que te obligan cada día el hecho de tener la casa en orden, sentí que Celeste se movía inquieta y que iba y venía hacia mi dormitorio. Curiosa volví mis pasos y pude ver que en la puerta que da al jardín, un animalito pequeño quería escapar hacia el exterior. Me acerque más y pude ver que se trataba de un sapito pequeño que abría sus bracitos huyendo de lo que le estaba asustando. Evidentemente pensé que lo mejor era sacar a Celeste del camino y entonces la encerré en mi dormitorio. Tomé una pequeña toalla y me acerqué al animalito y lo alcé envuelto en ella. Lo tenía como quien dice de la cintura dejando sus manitos libres. Comencé a acariciarle la cabeza y las manos. En medio de ese coloquio tan cariñoso le dije palabras como si se tratara de un bebe. Especialmente lo bendije y le hice extensivo el amor hacia su familia. El cerraba y abría los ojos un poco más tranquilo, de pronto comenzó a expresar algo así como un llantito. Lo interpreté y lo puse en la boca del albañal, lugar de donde seguramente vino. Me quedé mirando sus patitas y su cola mientras se alejaba y me dio la impresión de que se parecía a un niño que corría en busca de su mamá. Esa fue la última imagen que me quedó de aquel episodio tan tierno y tan bonito que me regaló la mañana soleada de este día maravilloso.Te das cuenta que con las cosas más sencilla y tiernas, puedes ser inmensamente feliz y nada ha costado poner atención a algo tan valioso como es el amor a las cosas simples de la vida. Esta es la paz que necesitamos para evaluar lo maravilloso que es vivir.
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