TERAPIA  CON  MASCOTAS

Es un título muy atrevido cuando defino como terapia a lo que respecta el hecho de ponerme ha hacer un comentario de lo que creo que amar a una mascota es un medio de sentir amor por alguien que nos acompaña amorosamente a toda hora. Todas las mañanas aparece esa carita
luminosa, que te mira con unos ojos brillantes, sea perro o gato. Entonces está allí y le haces una sonrisa que lo envuelves para darle confianza. Su interpretación se torna un rayito luminoso de un cariño que envuelve el ámbito en donde vive la reunión, lugar que representa al cielo. El amor se adueña de ambas vidas. El animal expresará lo que el amo le manifieste, observará si puede tener
confianza para jugar o mantenerse limitado. El  perro sobretodo es más expresivo en sus manifestaciones, porque actúa como un niño. Es inocente, fiel, bondadoso y alegre. Esto es lo que maravilla a su amo, que lo trata como uno más de la familia. Estos son comentarios generalizados, no solamente personal. Quien, no entrega sus mejores sentimientos a su gato o a su perro, ellos llenan la vida con su presencia, con su constante necesidad de pedir amor y ese sentimiento produce una relación de constante apego, el uno pendiente del otro, sin medida y sin tiempo.